Una boda no es nada sin un novio postizo al que presentar a los padres. Dos… quizás resulte un tanto excesivo...
Marissa está harta de escuchar las quejas de su madre: debería vestirse de forma más femenina, ponerse falda de vez en cuando, ¿y cuándo piensa sentar cabeza y echarse novio? Para colmo, sus padres van a celebrar los cuarenta años de matrimonio organizando una nueva ceremonia con todos sus familiares. Y ella, la hija pequeña de la familia, no quiere acudir sin pareja y verse sometida a las mismas preguntas de siempre, por lo que decide buscar un novio ocasional para el evento
El problema llega cuando su hermana tiene el mismo pensamiento y acude con Luke, un hombre por el que Marisa empieza a sentir una inapropiada y fulminante atracción. Si encima el sentimiento es recíproco, los problemas están asegurados.
Marissa está harta de escuchar las quejas de su madre: debería vestirse de forma más femenina, ponerse falda de vez en cuando, ¿y cuándo piensa sentar cabeza y echarse novio? Para colmo, sus padres van a celebrar los cuarenta años de matrimonio organizando una nueva ceremonia con todos sus familiares. Y ella, la hija pequeña de la familia, no quiere acudir sin pareja y verse sometida a las mismas preguntas de siempre, por lo que decide buscar un novio ocasional para el evento
El problema llega cuando su hermana tiene el mismo pensamiento y acude con Luke, un hombre por el que Marisa empieza a sentir una inapropiada y fulminante atracción. Si encima el sentimiento es recíproco, los problemas están asegurados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario