Me llamo Mirella Fiestas. Y así era más o menos mi vida, una fiesta, hasta que mi madre me obligó a que una pitonisa me echara las cartas. Lo que predijo, se cumplió, y me dejó en tal estado de shock que colgué la toga, dejando de ser una abogada de éxito (aunque algo neurótica) para convertirme en guía turística de los Castillos del Loira (la neurosis siguió ahí). Me tocó un grupo de lo más variopinto: una abuela cascarrabias, una histérica estrella del pop y su asistente, un chino obsesionado con los fantasmas… ¡Y un médico tan guapo que tiraba para atrás! Todo lo que llegó a suceder en ese viaje increíble os lo explico en estas páginas, con misterio, asesinato e historia de amor incluida.
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